Definiciones de Programas
Definición de Programas
Los Programas PPF, o Programa de Prevención Focalizada, son programas de apoyo psicosocial que tienen como propósito fortalecer las capacidades de cuidado y crianza de familias y/o adultos significativos de los niños, niña y adolescentes (NNA), de manera de restituir derechos vulnerados asociados a mediana complejidad, tales como negligencia moderada, testigo de violencia intrafamiliar no constitutiva de delito, maltrato físico y/o psicológico moderado, evitando la cronificación de los mismos.
Los Programas PRM, o Programa de Protección Especializada, son programas cuyo propósito es contribuir al proceso reparatorio de niños, niñas y adolescentes (NNA), que ha sufrido maltrato físico y/o psicológico grave, constitutivo de delito, y/o agresión sexual infantil.
Esta modalidad busca interrumpir la situación de maltrato y/o abuso, constitutivo de delito, mediante la activación de mecanismos judiciales requeridos para resolver la situación legal del NNA y facilitar el acceso a la red de justicia. Busca también favorecer el proceso de resignificación de la experiencia de maltrato o abuso en el NNA y su adulto responsable, además de fortalecer los recursos familiares y sociales para el bienestar psicológico y social del mismo.
Las Oficinas de Protección de Derechos (OPD) son programas que se enmarcan en el desarrollo de sistemas locales de protección de derechos de la niñez, y cuyo rol apunta a, por un lado, prevenir vulneraciones de derecho en el seno familiar; y, por otro lado, incidir en aquellos adultos responsables y comunidad en general respecto del ejercicio oportuno y adecuado de acciones protectoras hacia niños, niñas y adolescentes (NNA), en los diversos espacios en que se desenvuelven.
Las OPD apuntan a potenciar las habilidades parentales de madres, padres y/o adultos significativos de NNA que han sido vulnerados en sus derechos, contribuyendo a la promoción de competencias parentales entre los actores locales – especialmente en aquellos que trabajan en educación – y a la sensibilización y capacitación de garantes de derechos comunales e intersectoriales respecto de las mismas competencias.
Los Programas RLP-PER corresponden a las Residencias para Primera Infancia con Programa adosado para la intervención residencial (RLP) constituyen una modalidad de atención transitoria para aquellos niños y niñas – lactantes y preescolares – que no cuentan en lo inmediato con adultos en condiciones de otorgarles efectiva protección, determinando la necesidad de ingresarlos a un espacio que interrumpa las situaciones de vulneración que les afectan, en el cual se desarrollen acciones dirigidas a la restitución de sus derechos y a la superación de los efectos de las vulneraciones, logrando el egreso desde la residencia a la vida en un entorno familiar estable y protector, sea con su familia de origen u otra.
En resumen, los objetivos del trabajo en la modalidad RLP son: la estadía transitoria y protegida, y la intervención destinada a restituir – en el menor tiempo posible – el derecho del niño o niña a vivir en familia, mediante el fortalecimiento del rol de cuidado y crianza de la familia biológica o externa.
Los Programas RVA corresponden a la Modalidad Programa de Residencias de Vida familiar para Adolescentes, con dos programas adosados.
Estos programas buscan establecer los aspectos mínimos para el desarrollo de los procesos de intervención con adolescentes separados de su medio familiar por una orden judicial; dicha intervención incluye a los/as adolescentes, sus familias, y a las redes intersectoriales y comunitarias.
Los Programas de Residencia de Vida Familiar para Adolescentes buscan contribuir a la restitución del derecho a vivir en familia, y a la reparación del daño ocasionado a adolescentes por experiencias vulneradoras, asegurando un espacio residencial emocionalmente seguro que favorezca el proceso reparatorio, promoviendo cambios sostenibles en el tiempo y mejorando la calidad de vida de los adolescentes.
La intervención de este programa tiene cuatro componentes de atención: residencialidad emocionalmente segura, acompañamiento terapéutico con el adolescente, acompañamiento terapéutico familiar y articulación de redes de protección.
Los Programas REM-PER corresponden a Centros Residenciales de protección para mayores con programa adosado para la intervención residencial (REM-PER), constituyendo un programa de atención transitoria para adolescentes que no cuentan – en lo inmediato – con adultos en condiciones de otorgarles efectiva protección que interrumpan las situaciones de vulneración que les afectan, y donde se desarrollan procesos de intervención dirigidos a la restitución de sus derechos, a la superación de los efectos de la vulneración y al logro del egreso desde la residencia hacia la vida en un entorno familiar estable y protegido, ya sea con la familia de origen u otra, mediante el fortalecimiento de las competencias parentales de los adultos.
El proceso de intervención psicosocial que se desarrolla en un programa REM-PER apunta a proporcionar un ambiente de contención, cuidado y efectiva protección, mientras se desarrollan procesos destinados a la resignificación de las situaciones de grave vulneración de derechos, y aminorar el impacto de estas en su desarrollo.
Los Programas PAC – Programas Abriendo Caminos – es un modelo de promoción y protección social para niños, niñas y adolescentes (NNA) de 0 a 18 años, cuyo adulto significativo se encuentre privado de libertad, además de su cuidador principal, y busca apoyarlos a través de la mitigación de los efectos psicológicos, familiares y sociales provocados por la separación forzosa prolongada del adulto privado de libertad.
Este programa brinda acompañamiento a los NNA y a su cuidador principal, mediante un equipo profesional que realiza un diagnóstico integral de la familia, y que implementan un proceso de acompañamiento en las áreas psicosocial y sociolaboral durante 24 meses, apoyando y orientando a NNA y cuidadores en aspectos personales y familiares para que el proceso de privación de libertad no afecte su adecuado desarrollo y bienestar, en áreas como salud, educación, trabajo, acceso a redes, relación familiar y protección de derechos.
Los Programas FAE-PRO – Familias de Acogida Especializada con Programa de Protección Especializada – son programas que buscan proporcionar cuidado alternativo familiar a niños, niñas y adolescentes (NNA) que han debido ser separados temporalmente de medio familiar de origen por orden judicial, tras situaciones de grave vulneración de sus derechos. Lo anterior, permite que los NNA puedan permanecer en un ambiente familiar transitorio capaz de satisfacer sus necesidades de cuidado y protección, mientras se desarrollan procesos de intervención tendientes a fortalecer las competencias parentales de la familia de origen, como primera opción para el cuidado familiar estable, y contribuir a la elaboración de las experiencias de vulneración y la separación de su medio familiar de origen.
Este programa realiza permanentemente la tarea de captar familias de acogida externas, evaluándolas y capacitándolas para responder satisfactoriamente a los desafíos que implica el cuidado transitorio, y buscando cumplir los objetivos de difusión y de captación bajo una lógica local.
La intervención se realiza desde cuatro ejes principales: acogimiento al NNA en familia de acogida extensa, acogimiento de NNA en familia de acogida externa, internación con el NNA y su familia de origen para la reunificación, y gestión de redes comunitarias e intersectoriales; todo adoptado desde un enfoque basado en las fortalezas de los de los distintos sistemas familiares involucrados, para contribuir a una solución permanente para el NNA.
El programa Acompañamiento Familiar Territorial está dirigido a niños, niñas, y adolescentes en situación de desprotección inicial a intermedia, que cuenten con familia para realizar un proceso terapéutico y de fortalecimiento de sus vínculos.
El programa Prevención Focalizada como programa complementario radica en el desarrollo de acciones que favorezcan el fortalecimiento de las potencialidades del niño/a o adolescente y familia, orientando al desarrollo de habilidades y factores protectores que favorezcan su protección integral en el ambiente que se desarrollan evitando la cronificación de vulneración de derechos. En este orden de ideas, ambos programas conforman un modelo integrado de intervención considerando los mismos participantes, cuyas acciones persiguen un objetivo general común: contribuir a la interrupción y resignificación de las experiencias de violencia que han vivido en sus contextos familiares evitando la cronificación.